En el torneo Baq Cup hay dos jugadores que han deslumbrado por su calidad futbolística y se han hecho famosos por sus apodos. Uno es Rafael Estupiñán, a quien le dicen ‘Yimmi Chará’, y el otro es Juan Manuel Meléndez, a quien le pusieron el ‘Pachequito de Becerril’.
Ambos representan en la Baq Cup a la escuela Caimanes de Barranquilla y tienen varias cosas en común, como ser seguidores del Barcelona de España y admiradores del argentino Lionel Messi.
Estupiñán actúa como volante por izquierda y desde hace cinco años pertenece a Caimanes. “El fútbol para mí es un deporte muy hermoso, donde se puede compartir, jugar con los amigos y mostrar tu talento”, asegura.
Le dicen ‘Yimmi Chará’ por las trenzas que lleva en su cabellera. “Me las hice para parecerme a él, porque es un jugador talentoso”, dice Rafael, que sueña con jugar en Junior para poder sacar a su familia adelante.
Las trenzas se las hace su mamá, Yamile Pacheco. “Siempre lo motilábamos bajito, una vez se me dio por dejarle crecer el cabello para ver cómo se veía y una prima mía le hizo unas trenzas. Después yo aprendí y decidí hacérselas. Una vez le corté el cabello y, como ya lo conocían con las trenzas, me preguntaban por qué se lo había cortado. Ahí se lo dejamos crecer otra vez”, relata Yamile.
A Rafael le gusta que le digan ‘Yimmi Chará’ y su madre ve en su hijo similitudes en su forma de jugar con el exjugador del Junior. “Es un jugador muy versátil, muy bueno en lo que hace y es un excelente estudiante”.
José Manuel Meléndez es nacido en Becerril y, como era de esperarse, tiene como ídolo a un hijo de esa tierra: Martín Arzuaga. Anhela ser como el exatacante del Junior, aunque muchos le dicen que su estilo de juego se parece al de Víctor Danilo Pacheco, de quien adoptó el apodo.
“Admiro al ‘Toro’ Arzuaga porque era un goleador”, comenta José Manuel, que llegó a reforzar a Caimanes en la Baq Cup.
“Desde que empezó a caminar se vio que lo que le iba a gustar era el fútbol. Es lo que ha hecho desde niño. Le dicen ‘Pachequito’ por el tamaño y la forma como juega”, afirma su mamá, Glenis Durán, cuya intención es quedarse en Barranquilla para que su hijo, que cursa sexto grado, siga desarrollando en esta ciudad su carrera como futbolista.
“Hace tres días llegamos y la idea es recibir un apoyo para podernos quedar ya que somos de bajos recursos”.