El rector de la Universidad del Atlántico, Carlos Prasca, se refirió a los nuevos hechos de violentos ocurridos el jueves 24 de octubre en la sede norte de la institución, indicando que ante la gravedad de los hechos vandálicos no había más herramienta que acudir a la fuerza pública para detenerlos.
“La autonomía universitaria no puede significar extraterritorialidad, ni protección al vandalismo y a los violentos. No deben existir sitios vedados en el país para el accionar de la fuerza púbica. Cada vez que lo necesitemos acudiremos a las autoridades para que nos apoyen en garantizar la tranquilidad y protección de los bienes de la universidad, que son de todos en el departamento”, destacó.
El funcionario recalcó que la protesta social contará con la protección institucional siempre y cuando sea pacífica.
“Tenemos evidencia de cómo ciertos líderes ingresaron a la rectoría y a otros sitios para causar daños. Vamos a instaurar hoy la octava denuncia ante la Fiscalía Antiterrorismo por hechos como estos, pero esta vez será con nombres propios porque se logró identificar a muchas personas que participaron”, dijo.
Prasca dio a conocer que entre las personas llevadas por la Policía a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) hay 15 estudiantes activos de la Uniatlántico, uno inactivo, un egresado y 11 son estudiantes de otras instituciones de educación superior del departamento.
Insistió en que no puede continuar la costumbre de generar hechos de violencia en la universidad cada 24 de octubre, cuando se conmemora la Semana de la Memoria.
“Esto hay que detenerlo y estamos dispuestos a tener un diálogo constructivo que conlleve a la pacificación de la universidad. Ayer incendiaron dos salones y se impidió ingreso de los bomberos; la emprendieron con la rectoría dañando computadores, amenazaron vigilantes; luego partieron los vidrios del centro cultural, se robaron computadores y un videobeam. Hasta en el edificio de laboratorios, que aún no está en servicio, dañaron las puertas y parte de sus instalaciones. Y hoy, aunque la institución estaba cerrada, las puertas fueron violentadas”, reveló.
En lo corrido de este año, los daños contra la infraestructura locativa de la Universidad del Atlántico superan los $1.500 millones. “Cuesta tomar determinaciones como el pedir a la Policía ingrese a la universidad, pero nos tocó hacerlo. La Policía lo hizo siguiendo los protocolos y el cuidado para no causar daños a las personas que estaban dentro de la institución”.
El rector enfatizó que se está trabajando para mantener la normalidad académica y poder culminar el semestre. “No podemos desperdiciar el esfuerzo que han hecho los profesores, estudiantes y padres de familia para que las clases se cumplan. Llamamos a la cordura y a que todos mantengamos la universidad abierta y se pueda cumplir su propósito educativo”.