A nadie se le ha olvidado que Junior es el bicampeón de Colombia, pero eso no oculta de que su presente no es el mejor. Y no se trata de dramatizar, como lo dijo el técnico Julio Comesaña a los periodistas de Barranquilla un día después del empate con Envigado. Tampoco es que los demás equipos que enfrentan a Junior sean unos fenómenos, es que Junior no juega como el bicampeón que es del fútbol colombiano.
En ocho fechas que van de la Liga Águila, el equipo barranquillero ha sumado cuatro derrotas, dos de ellas en casa, y solo ha marcado tres goles, sigue por fuera de los ocho, pero tal parece que comentar eso es un pecado para el técnico Comesaña.
Este sábado, contra Once Caldas, cayó 1-0 en un partido donde nuevamente le costó vulnerar la portería contraria, un mal al que el técnico no ha podido encontrarle solución. Sin ser un fenómeno, el conjunto blanco, en el segundo tiempo, hizo méritos para llevarse el triunfo, llegó con más claridad a la portería de Sebastián Viera y aprovechó una de las posibilidades que tuvo de anotar.
Junior fue mejor en la primera parte, pero a diferencia del Once Caldas, no tuvo definición. Esta vez las ocasiones de gol no escasearon para el equipo tiburón, que pudo abrir el marcador con el venezolano Yohandry Orozco, que esta vez le ganó el pulso a Sebastián Viera y cobró un tiro libre que pasó cerca de la portería defendida por Gerardo Ortiz.
Un centro de Fredy Hinestroza en todo el punto penal fue rematado por Daniel Moreno y se fue por encima del horizontal. Teófilo Gutiérrez le englobó para ‘Cariaco’ González, quien de cabeza se la sirvió para que Yohandry Orozco la empalmara de pierna derecha por encima del pórtico caldense.
Teófilo volvió a generar otra jugada de peligro cuando hizo una pared con Moreno, quien terminó rematando nuevamente por arriba.
En la segunda parte, la historia fue distinta. Junior se fue diluyendo y el Once Caldas empezó a acercarse con peligro al arco de Viera. El uruguayo, en el minuto 13, evitó dos veces la caída de su valla, primero con un disparo a quemarropa de Sebastián Guzmána y después tras otro zapatazo de Enrique Serje.
El que no pudo evitar fue el de Javier Reina, en el minuto 40, luego de un remate de Juan David Rodríguez que se estrelló en el vertical. Reina, ante la pasividad de toda la defensa del Junior, recogió el rebote y la acomodó de zurda en el fondo de la red.
Ese tanto fue suficiente para que Once Caldas se llevara la victoria de Barranquilla. Junior no tuvo poder de reacción, no tuvo tiempo, ni arrestos, ni fórmulas para alcanzar el gol que le dieran la igualdad.
La situación de Junior es incómoda y no puede tratar de disimularse como pretende el técnico Julio Comesaña. Fuera de los ocho, en el puesto 12 con 10 puntos, con apenas tres goles a favor, es una campaña que no se compadece con un equipo que es bicampeón como tanto pregona el entrenador colombo uruguayo.
Junior se apresta ahora a visitar este miércoles, en Palmaseca, al Deportivo Cali, en el juego de ida por los cuartos de final de la Copa Águila. Ojalá allá empiece a aparecer el equipo bicampeón.