Era un partido para triunfo del Junior, pero una vez más, el cobro desde el punto fatídico del penalti, le jugó una nueva mala pasada. Cambian los ejecutantes, pero la situación es la misma. Ante Atlético Paranaense el que falló fue Rafael Pérez, quien había cobrado impecablemente contra Defensa y Justicia. El cartagenero pasó a engrosar la lista de jugadores que botaron, como Yimmi Chará ante Flamengo (el año pasado), el ‘Loco’ Álvez y Jarlan ante Palmeiras, Luis Carlos Ruiz ante Boca Juniors, Teófilo Gutiérrez ante Alianza Lima y James Sánchez ante Santa Fe.
Pérez tuvo en su botín derecho el gol de la victoria 2-1 para ir con ventaja al juego de vuelta el próximo miércoles en el Arena Baixada de Curitiba. La suerte no está echada para Junior, que batalló hasta el final ante un duro oponente y sin dos de sus armas letales: Teófilo Gutiérrez y Gabriel Fuentes. Quedan 90 minutos, toda una vida por delante en el fútbol para coronar el sueño de alcanzar el primer título internacional de su historia.
Junior dejó todo en la cancha y hasta que el árbitro peruano Diego Haro no decretó el final del partido, no renunció a ganarlo. Después del penalti desperdiciado por Pérez, Junior siguió intentando llegar al segundo gol y estuvo a punto de conseguirlo con Luis Carlos Ruiz, quien no alcanzó a controlar la pelota, que se le fue larga y la controló el arquero Santos, que en el epílogo salvó a su equipo de la derrota con una gran estirada para sacar un disparo de Jarlan, que iba con destino a la red.
Desde el primer tiempo se vio clara la intención de Junior de hacer valer su condición de local. Salió a atacar al Paranaense, por derecha y por izquierda, con toques en corto, con apoyo de los laterales Piedrahita y Sánchez, con Jarlan Barrera moviendo los hilos y tratando de filtrar pases a espaldas de los centrales para Yony González y Luis Díaz encarando siempre a su lateral Jonathan, quien se vio en aprietos para controlar al extremo guajiro.
Paranaense se mantuvo replegado en su zona, con una doble línea de cuatro que no fue impenetrable para Junior. Sobre los minutos finales del primer tiempo intentó salir un poco de la cueva y mostró una de sus características, la velocidad por las bandas. Sin embargo, sus tímidos avances fueron neutralizados por la defensa rojiblanca.
Junior llegó dos veces con claridad a la portería defendida por Santos. Primero con un cabezazo de Yony González, que se fue desviado y con una media vuelta de Luis Díaz, tras pase de cabeza de James Sánchez, que se fue por encima del travesaño.
La mayor presencia física de Paranaense se hizo notar arrancando el segundo tiempo con el defensa central Léo Pereira, quien cabeceó solo a la salida de un tiro de esquina y la pelota pasó cerca del arco de Viera salvándose Junior del primero.
Fue el primer campanazo de alerta del equipo brasileño, que en el minuto 5 hizo lo que mejor sabe hacer para ponerse arriba en el marcador. La acción vino de una pelota que Junior perdió en ataque y la transición de Paranaense fue rápida para Nikáo, quien avanzó pese al intento fallido de Germán Gutiérrez de cometerle falta, se la tocó a Pablo, quien la mandó al fondo del pórtico rojiblanco pese al esfuerzo de Jefferson Gómez, que llegó tarde al cierre.
La reacción de Junior fue inmediata y encontró el empate rápidamente, dos minutos después, cuando ya Comesaña alistaba el ingreso al campo de Luis Carlos Ruiz. El gol llegó después de una serie de rebotes y de cabezazos en el área del Paranaense, Yony González alcanzó a sacar y un remate de media tijera y anidarla en la portería de Santos. González cantó con el alma su conquista, a cuyo festejo se sumó todo el banco de suplentes y las más de 40 mil gargantas presentes en el Roberto Meléndez.
La ilusión del triunfo para Junior llegó en el minuto 26 cuando el árbitro Haro decretó pena máxima por infracción dentro del área de Rony sobre Germán Gutiérrez. Falta sin discusión y sin necesidad de recurrir al VAR. El primero para coger la pelota para cobrar Luis Narváez, pero fue finalmente Rafael Pérez el que cobró. El cartagenero le pegó fuerte, pero el balón se lo devolvió el horizontal.
Fue un golpe bajo para Junior, que se tardó varios minutos para poder asimilar la pérdida de una gran oportunidad de irse arriba en la serie. Sin embargo, no bajó los brazos y peleó hasta el final por la victoria.
Esta historia continuará en el césped artificial del Arena Baixada. En esta final de la Copa Sudamericana no está dicha la última palabra y Junior demostró que tiene argumentos suficientes para pelearle de tú a tú con el Paranaense. Allá volverá Fuentes y posiblemente Teo Gutiérrez. Con ellos el asunto puede ser a otro precio.