¡Todo tiene su final, nada dura para siempre! Se acabó el sueño de la Copa Libertadores para Junior. En Brasil, Palmeiras terminó por ponerle la lápida al cuadro barranquillero que cayó 3-1 con una tripleta del delantero cordobés Miguel Ángel Borja, la figura de la cancha, y quien cada vez que anotaba, en su cara reflejaba la amargura de eliminar al equipo del que es confeso hincha.
El camino del ‘Tiburón’ no empezó con pie derecho en la competición. Justamente fue el ‘Verdao’ el encargado de darle la “bienvenida” en la fase de grupos y lo goleó 3-0 en el Metropolitano en la primera fecha. Este miércoles los brasileños confirmaron su favoritismo en esta edición al terminar invictos y primeros del grupo H con 16 puntos.
La constante de los rojiblancos este semestre ha sido la falta de puntería. Crea y no finaliza o en el peor de los casos, ¡ni las crea! En el estadio Allianz Parque fue una radiografía de los partidos anteriores. Ni más, ni menos. Solo que con el sinsabor de quedarse por fuera de la Conmebol.
Junior comenzó con buenas sensaciones, presionando el partido y proponiéndole al local. De a poco el ‘Alviverde’ se acomodó en la cancha y tenía el control del balón, aunque el visitante mostraba seguridad atrás y en ocasiones se animaba a salir, pero sin profundidad en el ataque.
Sin embargo, fueron los rojiblancos quienes tuvieron la primera opción de peligro a los ocho minutos por intermedio de Teófilo Gutiérrez, quien solo frente a Fernando Prass, intentó bañarlo pero no le alcanzó y el portero se quedó con la pelota en sus manos.
La situación se complicaba. Hacia el primer cuarto de hora del partido, el ‘Tiburón’ perdió el orden y soportaba las llegadas de los brasileños que con el cordobés Miguel Ángel Borja y Dudu, no dejaban de inquietar el arco de Sebastián Viera.
Y se complicaba aún más porque en La Bombonera, Boca Juniors hacía lo suyo: ganar. Un colombiano en Buenos Aires sacaba al equipo de su tierra de la Libertadores. Edwin Cardona marcó el primero y fue el inicio de una goleada que estaba “cantada” ante Alianza Lima.
Ese tanto en Argentina pareció desconcentrar a los barranquilleros. Errores en la entrega cuando recuperaba el balón. El ingreso de Jarlan Barrera desde el inicio no daba frutos. Junior no sabía qué hacer con la pelota, no manejaba los tiempos y el balón permanecía en los pies del adversario.
El primer tiempo terminó sin goles, y con un panorama desalentador para los colombianos. En La Bombonera Boca goleaba a los peruanos con goles colombianos (a Cardona se sumó Fabra) y dos más de Wanchope Ábila, que obligaba a Junior a marcar sí o sí en la segunda mitad.
Algo de lo mostrado en el primer tiempo invitaba a soñar que Junior podría, -¡por lo menos!- intentar buscar un gol, -uno solo bastaba- y mantener el arco en cero para clasificar.
Pero, ni lo uno ni lo otro. El complemento empezó verde. Apenas arrancaba y ya Palmeiras estaba en el área. El gol no demoró. El colombiano Borja finalmente la embocó a los 52, y los más de 25.000 hinchas dieron rienda suelta a la fiesta, que para pesar del Junior, apenas comenzaba.
Dos minutos después, el paraguayo Cáceres sancionó pena máxima dudosa sobre Teófilo Gutiérrez, que Jarlan Barrera, no pudo concretar, pues Prass adivinó el palo al samario y detuvo el cobro por el costado izquierdo.
Fue el cuarto penalti errado por Junior en esta edición de la Copa, tras los de Jonathan Álvez contra Palmeiras, en Barranquilla, Teófilo Gutiérrez frente a Alianza Lima y Luis Carlos Ruiz contra Boca Juniors. Y cinco, si contamos el de Yimmi Chará en la pasada Copa Sudamericana frente a Flamengo, día en que también quedó eliminado del torneo suramericano.
A partir de allí, los brasileños se crecieron. Dudu tuvo dos oportunidades en el área, pero la noche era de Borja que al minuto 60 capitalizó un pase de Willian para el segundo tanto.
Los ‘Tiburones’ no se rendían. El técnico Julio Comesaña movió las piezas y reforzó la zaga. Teo Gutiérrez a los 67 le devolvió el aire a Junior, aunque en fuera de lugar.
La alegría no duró mucho tiempo. Borja, dos minutos después, le recordó al equipo del que es hincha, que jugaba para Palmeiras. Siendo la figura de la cancha, Miguel Ángel abandonó el partido, aplaudido frenéticamente por la hinchada, que apenas tres noches atrás lloraba la derrota de su equipo ante el archirrival Corinthians en el clásico paulista y pedía la cabeza del técnico Roger Machado.
El cuadro rojiblanco terminó tercero con siete puntos, dos menos que el ‘Xeneize’, pero con cupo en la Copa Sudamericana. Ahora le apostarán toda su ficha al juego de vuelta el próximo domingo frente a Medellín por los cuartos de final de la Liga, para no quedarse “sin el pan y sin el queso” o, mejor dicho, sin la “manzana”.