Escondidos y temerosos, así se encuentran hoy cinco jóvenes que decidieron contarle a los investigadores de la Fiscalía, los movimientos de las presuntas aberraciones sexuales que se tejían en la casa del exalcalde de Puerto Colombia, Carlos Altahona, en el barrio El Ancla.
Hoy, cuando se cumplen 8 días del allanamiento a la casa de Carlos Altahona y de haber sido capturado por la Policía y la Fiscalía, y luego de varios días de trabajo de investigación periodística, Hora 7/24 pudo contactar a dos jóvenes que vivieron varios años en ese lugar y decidieron contarnos algunos detalles de los cuales las autoridades también tienen referencia.
El sitio donde fue concretada la entrevista no lo revelaremos y mucho menos las identidades, por estrictas razones de seguridad y es que después de todo esto, sienten grandes temores.
“Aquí uno no sabe lo que pueda pasar. Nosotros denunciamos y dimos nuestra declaración sobre algo que venía sucediendo desde hace más de cinco o seis años y creemos que esto debe parar; pero a uno le da miedo que le vaya a pasar algo porque es gente poderosa”, dijo uno de los muchachos que hoy tiene 18 años, pero cuando tenía 15, estuvo en esa red.
Cuenta este joven, que Carlos Altahona, se aprovechaba de las necesidades que muchos niños tenían en sus casas. Esa era la puerta de entrada a la vivienda del barrio El Ancla, donde vivía el exalcalde.
“Él me daba plata para que yo tuviera relaciones con él. A veces me daba 30, 50 mil. Una vez me dio hasta 200. Teníamos todo tipo de relaciones sexuales, sexo oral y había penetración. Yo lo penetraba a él”.
Asegura el joven que conoció a Carlos Altahona a través de un amigo que se lo presentó y comenzó a ganarse la confianza del exalcalde; tanto así, que logró entrar a ese circulo en el que estaba prohibido el ingreso de mujeres.
“Yo me quedé a dormir en esa casa, una o dos noches. Y mantenía una relación mus discreta. Muy pocos sabían de toda esta vaina”, agregó.
En su relación con Altahona y en sus constantes visitas a la casa allanada, dice haber visto siempre muchos niños, muchos menores de edad en esas condiciones de explotación y que lo mismo que Altahona hacía con él, terminaba haciéndolo con los demás.
“Ahí siempre había un poco de pelaos. Todos eran menores de edad. Todos tenían casi la misma edad, entre 16, 17 años. Muchos pelados se quedaban a dormir con él y otros dormían en otros cuartos.
Al detallar más situaciones, el joven narró a Hora 7/24 uno de esos días en los que tuvo relaciones con Altahona y por las cuales habría recibido 60 mil pesos.
“Un día cuando ya era hora de almuerzo y llegué a la casa. Nos sentamos hablar, no había nadie, estábamos él y yo. Entonces comenzó a tocarme y ahí siguió tocándome entre las piernas. Ese día me dio como 60 mil pesos. Él no me decía nada, no hablaba, me seguía tocando entre las piernas y después tuvimos relaciones sexuales. Siempre me pagaba después que se hacía todo”.
Y no solamente el negocio sexual era con este joven. Dice que eran muchos los que eran protagonistas de estas historias sexuales, propias de un pedófilo, que a través de regalos en especie y con dinero en efectivo, compraba los favores morbosos.
“Conozco tres casos más de algunos amigos que en esa época me contaban lo que hacían con él. Tenían relaciones con él y se contentaban con el billete que les pagaba por tener sexo”, enfatizó el testigo.
Pero su relato va un poco más allá y nos recuerda que al inicio de la entrevista, manifestó que hubo un día que Altahona fue mucho más especial con él y le dio 200 mil pesos.
“Ese día que me dio 200 mil pesos fue la paga que recibí de él por haber tenido relaciones sexuales. Nunca me dejé penetrar, siempre lo penetré y por eso me pagaba. Eso duraba entre 10 y 15 minutos, no duraba más y lo hacíamos en cualquier parte de la casa; eso sí, dependiendo si no había gente en el lugar”, contextualizó a Hora 7/24 el joven.
Los favores sexuales eran pagados por Carlos Altahona con el dinero que siempre mantenía en su casa. Eran fuertes sumas de dinero las que el exalcalde de puerto Colombia guardaba en una caja fuerte, según lo precisa el mismo testigo.
“Tenía una caja fuerte en el escaparate que a muy pocas personas se la mostraba. Se la mostraba a la gente de su confianza y siempre manejaba mucho dinero, tenía mucho efectivo en esa caja fuerte”, indicó el joven al explicar la procedencia de los recursos económicos que se movían en la casa ubicada en el barrio El Ancla, del municipio de Puerto Colombia.
En el testimonio de este primer joven se revela de igual manera que en muchas oportunidades, Carlos Altahona, desconectaba las cámaras de seguridad instaladas en su vivienda como para no dejar rastro de lo que allí se hacía, sin embargo, al parecer en otros momentos se olvidaba de todo, y daban rienda suelta a sus apetitos.
Otro joven que dialogó este sábado con Hora 7/24, tiene 21 años de edad y conoció a Carlos Altahona cuando tenía 16 años.
“Lo conocí porque yo jugaba fútbol y le pedí una ayuda porque necesitaba un par de zapatos. Él me dijo que si, que llegara a mi casa, me cambiara y que llegara al consultorio, que íbamos para Barranquilla a comprarlos”, indicó el muchacho, que a los pocos meses terminó viviendo en la casa de Altahona, tiempo en el que practicó todo tipo de relaciones sexuales con el exalcalde de Puerto Colombia.
“Yo comencé a vivir allá, duré como dos años viviendo allá. Él me decía que me encuerara, que le hiciera masajes y ahí comenzó todo, comenzamos a tener relaciones, él me decía que me relajara que no iba a pasar nada y me daba plata…Nos ponía a todos a bañarnos juntos encueros. Él nos decía que nos bañáramos todos y después comenzaba a agarrarlo a uno y todos los días cuando él llegaba todos los días escogía uno diferente para que se bañara con él y también para que durmiera con él y ahí comenzaban a tener relaciones. Nosotros andábamos… Y después entraba y le agarraba la picha a todo el mundo. Él andaba con un pote de crema para la piel, él decía que con eso iba a ser más fácil que así no iba a doler”.
Sigue diciendo: “El segundo día que yo llegué allá él me dijo que le hiciera un masaje y me comenzó a tocar y comenzó a agarrarme, como dicen vulgarmente, ‘la picha’ y empezamos a tener relaciones. Hubo penetración de parte y parte. Así sucedía con algunos. Yo dormí con él varías veces”.
Sobre el pago por los favores sexuales a Altahona, el joven señaló: “Él me daba 100 mil pesos y me daba zapatos. Él me decía que me relajara que eso era normal, que no tuviera miedo, que eso no lo iba a saber nadie”.
Cuenta que en el tiempo que duró viviendo en esa casa, junto con él, estuvieron 7 muchachos más, todos menores de edad que terminaron instrumentalizados sexualmente por Altahona y hasta víctimas de golpizas.
“Cuando yo estaba había como 7 muchachos. Mientras que estábamos nosotros solos en esa casa era bien, ya cuando llegaba él ya todo el mundo se quedaba quieto porque tiene un carácter fuerte y andaba pegándole al poco de pelaitos porque no querían hacer lo que él quería”.
Detalló las golpizas que sufrían los menores, supuestamente a manos de Altahona.
“Les daba trompá porque él quería mandar y había algunos que no le querían hacer caso
Cuando no querían tener relaciones con él también se molestaba, los castigaba y los echaba”.
La versión de este joven coincide con la del anterior, al momento de referirse al manejo de grandes sumas de dinero por parta de Carlos Altahona en su casa.
“Él manejaba mucho dinero en la casa. Una vez cuando era alcalde él tuvo una reunión yo no sé en donde, el en un bolso se llevó como 100 millones de pesos. En los escaparates él tenía mucha plata, no sé de dónde salía ese dinero, pero él tenía cajas fuertes ahí en el escaparate y no le daba la clave a nadie, solo a uno, a Brayan Escorcia y a otro, eran los dos que tenían esa clave. Brayan Escorcia y el otro también tiene años de estar con él ahí, desde que empezó su carrera política y comenzaron a andar juntos. Ellos andaban allá, andan todavía, ellos le manejaban la plata y eso”.
Ambos jóvenes también coinciden en hablar y entregar detalles a las autoridades, para que las investigaciones que se iniciaron desde hace muchos años por estas presuntas practicas alrededor de lo que sería una red de explotación sexual con menores de edad, tengan los resultados necesarios y se pongan a buen recaudo a los responsables.
“Nosotros decidimos hablar después de tanto tiempo porque eso es un proceso largo y lo que él está haciendo con la juventud no es bueno, es para que le den fin a esa cosa porque yo tengo hermanos, tengo sobrinos y no me gustaría que les pase lo mismo que me paso a mí con él”.
Y sentencia de la siguiente manera: “Altahona se muestra de una forma por fuera y por dentro es otra, por dentro con los jóvenes como nosotros tiene mucha maldad. Carlos Altahona, podría ser el líder de una red de explotación sexual”.