A 50 metros de la calle 84, conocida como ‘La Trocha de Los Almendros’, hay una espesa maleza que hasta hace poco tiempo, se creía, solo era frecuentada por los drogadictos que buscaban refugio para consumir alucinógenos.
Sin embargo, dos mujeres de 17 años (con 3 meses de embarazo) y 22 años, residentes en un barrio subnormal, conocido como Sinaí, colindante con Los Almendros, en Soledad, aseguraron haber sido accedidas sexualmente por un sujeto que se escondía allí.
Ante esta revelación, miembros de la misma comunidad se adentraron a ese monte para ver qué encontraban.
A las 11 de la mañana del lunes ingresaron varios hombres y, tras caminar unos 50 metros, encontraron a Gabriel Antonio Palomino García, de 28 años, conocido como ‘Boca e Perro’.
Este fue hallado en un cambuche armado con palos de guadua, plásticos y bolsas negras, en el que había tirados sobre el barrizal de las recientes lluvias ropa interior de niñas y mujeres adultas, brasieres, shorts, un jean envuelto con una brasilera, una pijama de niña, colchonetas, almohadas, sábanas y hasta un fémur, que se desconoce si es de un humano o de un animal.
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Los hombres no se detuvieron a analizar el sitio de paso, sino que siguieron persiguiendo a Gabriel Palomino. Pero en el camino hallaron otra sorpresa: un segundo cambuche, en el que había ropa interior, shorts de niñas, jeans de mujeres, unos cargadores de celular y una hamaca colgada.
La persecución tardó más de una hora, hasta que llegando a la Circunvalar unos mototaxistas lo detuvieron y se lo entregaron a la turba enfurecida. Estos, primero, lo llevaron agarrado por la camiseta y los brazos hasta la casa en el barrio Sinaí de la mujer de 22 años, de origen venezolano, que dice ser víctima y quien al verlo no titubeó para asegurar que este sujeto la había violado.
La gente comenzó a golpearlo en el camino, de regreso de Sinaí hasta Los Almendros y en la calle 84 con carrera 17B fue linchado por decenas de personas a trompadas, patadas, pedradas, puñaladas y lanzándole una llanta en la cabeza, tal como se evidencia en los videos que han circulado ampliamente por redes sociales.
“Llamaba la atención su rostro desafiante, pese a que estaba siendo linchado por la gente. Miraba a todos y no trataba de defenderse, sino que se quedaba quieto mientras la gente lo agredía”, dijo una vecina del sector.
Los moradores de Los Almendros creen que este sujeto, al parecer, raptaba a niñas y mujeres en horas de la noche, cuando la trocha queda completamente oscura, y abusaba de ellas sexualmente.
Ahí debe haber muertos enterrados
Los moradores del barrio Sinaí instan a la Policía Metropolitana de Barranquilla a que inspeccione con peritos y agentes de Policía Judicial los lugares donde el hoy occiso tenía armado sus cambuches, pues temen que en ese sector haya personas enterradas.
“Hace unos 10 días sentimos un olor fétido que emanaba de ese monte. Y no es la primera vez que se siente. El olor es tan fuerte que parece al hedor de las personas muertas”, dijo un vecino, que se abstuvo de revelar su nombre aduciendo razones de seguridad.
Sin embargo, en diálogo con el periódico Al Día, un hermano del occiso dijo que él “no era ningún violador, él era agricultor y se la pasaba en el campo”. Contó que había llegado hace 15 días a Los Almendros a visitar a su madre.
La Policía indicó que la víctima tenía en su contra denuncias por delitos sexuales.