Mientras el presidente Iván Duque cortaba la cinta que simbolizaba la entrega de 700 metros reparados de la carrera 38, en compañía del alcalde Alejandro Char y del gobernador Eduardo Verano, la comunidad se agolpaba molesta en un retén policial sobre la calle 80.
Se trataba de personas que habitan en los alrededores de la carrera 38, quienes denunciaban que el paso les había sido negado –un importante número de periodistas tampoco pudieron ingresar– a pesar de que se habían inscrito para presenciar el acto de Duque.
Para los ciudadanos fue una gran desilusión, pues tenían pensado advertirle al presidente colombiano que, según ellos, falta otro importante tramo por intervenir. Además, no fueron tenidos en cuenta las condiciones del terreno ni las consecuencias que podría traer su inestabilidad en las casas del sector.
“¿De qué nos sirve a nosotros abrir esta vía? No es justo. Estamos esperando desde esta mañana. Necesitamos darle un mensaje al alcalde y al presidente: que esta obra quede bien hecha. La inauguración está mocha… Esta es una obra inconclusa”, dijo Dennis Carvajal, líder comunitaria.
Se mostró escéptica frente a la promesa de 10.000 millones para obras complementarias de la vía que hizo Duque, y cuestionó que la vía no fuese reparada por completo en esta oportunidad.
En efecto, Hora 7/24 constató que el tramo que va desde la calle 80 hasta la 82 requiere intervención urgente, pues el asfalto está agrietado y lleno de desniveles.
Además, en los costados del tramo que fue reparado se evidencia que el material empleado para cubrir la carretera cede con facilidad.
Sumado a eso, la comunidad considera que los terrenos que rodean la carrera 38 no fueron estabilizados. Por el contrario –sostienen– que los trabajos recientes pueden contribuir a remover el suelo, aumentando las probabilidades de que ocurra lo que hace 8 años: una inclemente ola invernal provocó un deslizamiento que hizo colapsar la carretera.