Algunos deportistas extranjeros y locales que participaron en los Juegos Centroamericanos y del Caribe no solo se llevaron los mejores recuerdos de las gestas deportivas logradas, sino también el arte de un tatuador barranquillero en la piel.
José Curcho, conocido en el mundo de la tinta como Joc Blink, se encargó de plasmar con tinta indeleble los logros de quienes pudieron conseguir las medallas y las promesas de quienes se quedaron a poco de las preseas.
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Los deportistas llegaron hasta Tattoo Galería, donde tatúa Joc Blink, por recomendaciones hasta de los conductores de taxis.
Una de las medallistas que decidió tatuarse fue la bicicrosista barranquillera Gabriella Bolle, quien ganó una presea dorada.
“Había hecho un pacto con su mamá, que si ganaba el oro también se tatuaba. Ganó la medalla y su tatuaje”, contó Joc Blink.
Nisa Rodríguez, boxeadora puertorriqueña que ganó oro en los 75 kilogramos, decidió tatuarse la fecha de fallecimiento de su padre, quien murió un par de meses antes de los Centroamericanos.
“Lo había prometido. Es un tatuaje con mucho sentimiento”.