La arraigada y vieja costumbre de muchos costeños de mantener enjaulados canarios, pericos australianos, sinsontes, cardenales, y otras especies similares para disfrutar de sus cantos y plumajes, podría estar a punto de acabarse; y para los que persistan en ello se convertiría en una conducta punible objeto de prisión.
Así se desprende de un proyecto de Ley presentado ante la Cámara de Representantes que busca ponerle fin a la cría, reproducción, tenencia y comercialización de aves de vuelo.
De acuerdo con el espíritu de la novedosa Ley, todo esto relacionado con el manejo de los pájaros constituye maltrato animal, lo que merece sanciones punitivas.
De aprobarse el proyecto legislativo habría sanciones de 36 meses de prisión para quienes violen esta normatividad.
La propuesta que ya hace curso en el Congreso de la República es de Ricardo Alfonso Ferro Lozano, representante a la Cámara por el departamento del Tolima, y de la bancada del Centro Democrático.
“El objetivo es acabar con el maltrato de las aves de ornato, que se comercializan para su mantenimiento en cautiverio; y las canoras que deleitan con su canto”, manifestó el proponente.
“Es inaudito que un pajarito para tenerlo como ave de compañía le corten las alas o lo mantengan enjaulado para toda la vida”, añadió el autor de la iniciativa.
Sin embargo hay un periodo de transición, es decir, una vez que entre en vigencia la Ley, en caso de aprobarse, las personas que mantengan este tipo de aves enjauladas o en otro tipo de cautiverio, tendrán un término de 10 años para liberarlas en Centros de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), o la que haga sus veces.
El proyecto de ley del representante Ricardo Ferro no incluye especies como gansos, patos, pavos, gallinas, codornices, pavo real.
Así las cosas la tradición de los canarios enjaulados como mascotas, que son el mayor número de aves en estas circunstancias en la Costa Caribe, constituiría maltrato animal.
De aprobarse esta Ley los animales suman un nuevo triunfo en el clamor de mucha gente que opina son susceptibles de derecho y por tanto debe regularse para protegerlos.